Aunque no es una contraindicación absoluta los riesgos de la diabetes son de índole doble independientemente si es una liposucción, abdominoplastia, lifting facial, reducción de busto entre otros, los riesgos aumentan cuando el tiempo quirúrgico es mayor o se combinan procedimientos, dependiendo del control y la evolución, pueden existir problemas vasculares, es decir, que la circulación de la piel no sea la adecuada, incurriendo por tal motivo en un riesgo elevado de mala circulación y necrosis o muerte de alguna parte de la piel tratada. Es conocido que en pacientes diabéticas, existe mayor propensión a la infección, ya que sus defensas celulares se encuentran afectadas, y también manifiestan retraso en la cicatrización. Una paciente diabética puede ser operada, pero la misma debe estar bien tratada y compensada metabólicamente. En estos casos el tratamiento es multidisciplinario con la participación de especialistas en cirugía plástica, anestesiología, cardiología y endocrinología, entre otros. El equipo tratante debe estudiar bien el estado de salud de la paciente y decidir el momento más adecuado para realizar la cirugía.
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